Los resultados de investigaciones muestran que penalizar el aborto por ley no impide su práctica, pero sí hace que se lo realiza en la clandestinidad, forzando a que muchos procedimientos sean inseguros. Cada año mueren 47,000 mujeres como resultado de abortos inseguros y millones más resultan con lesiones, algunas de ellas de gravedad y de por vida. Casi todas esas muertes y lesiones ocurren en países con leyes de aborto altamente restrictivas y son, casi en su totalidad, prevenibles.
La frecuencia del aborto tiene mucho menos que ver con su condición legal que con los niveles de embarazo no planeado, que es la causa subyacente de la mayoría de los abortos. El acceso a información y a servicios de planificación familiar de calidad reduce las tasas de embarazo no planeado. La mejor manera de disminuir la necesidad de recurrir al aborto no es negando a las mujeres el acceso a procedimientos legales y seguros, sino dándoles el poder de controlar su fecundidad y de prevenir los embarazos no planeados.
Para ayudar a que el debate global sobre el aborto inseguro esté fundamentado en información basada en hechos, el Guttmacher Institute ha creado una infográfica que presenta evidencia clave sobre las consecuencias de las leyes de aborto restrictivas.
Todos los estudios coinciden: prohibir el aborto, ni aumenta la maternidad, ni disminuye los abortos. Sólo aumenta la mortalidad y morbilidad de las mujeres. Hoy mueren 47000 mujeres al año por abortos inseguros y 5 millones sufren enfermedades graves e infertilidad. Que pretende el Sr Gallardon que hagan las más de cien mil mujeres que hoy interrumpen su embarazo en nuestro país? Qué pongan en riesgo su salud? Qué tengan que viajar a otro país? Decidir sobre sí se quiere ser madre o no debería ser un derecho íntimo y personal, donde los gobiernos tuvieran poco que decir…